top of page

3 síntomas que indican que estás bloqueando tu crecimiento (y cómo trascenderlos)



Antes, hacía muchas cosas que no me gustaba hacer. Las hacía por compromiso, por quedar bien y por complacer a otros, pero luego me di cuenta de que eso no era ser honesto conmigo mismo, y no era dar lo mejor de mí. Afortunadamente, con los años ––y gracias a todo lo que he aprendido en el coaching–– hoy soy mucho más selectivo a la hora de ponerme a decir que sí. Es que si hay algo peor que hacer lo que no nos gusta hacer, creo que es saber que NO nos gusta y decir que SÍ lo vamos a hacer. Pues, bien... me sucedió hace un par de semanas. Me confronté frente a frente con el hecho hacer algo que detesto hacer. Algo que no me gusta y que, honestamente, tampoco quiero que me guste tanto en los meses que están por venir. Porque siempre hablo de ser emocionalmente inteligentes, tuve la oportunidad de poner en práctica lo que tanto predico, y el resultado fue sorprendente.

Resulta que una de mis mejores amigas estaba celebrando su cumpleaños y, como es tradición aquí en Francia, todos los invitados reunimos dinero para comprarle varios regalos. Por lo general, una sola persona se encarga de reunir el dinero y de comprar los regalos. En este caso, esa persona fui yo.

Aunque me encanta dar regalos, la verdad es que no me gusta el proceso de elegirlos. En esos momentos cuando estoy comprándolos me confronto con ideas y preguntas que no son de mi agrado: ¿Será que le va a gustar? ¿Será que es algo que querrá recibir? ¿Le será útil? ¿Lo va a usar?... ¡No me gusta!

Me descubrí buscando todas las formas posibles de evadir mi misión, pero ya me había comprometido con el grupo y si hay algo que sí me gusta hacer es cumplir con mi palabra. Además, esas vías no me llevaban a sentir como me quiero sentir.

En lugar de rechazar mi misión, decidí asumirla con integridad y compromiso. Por la incomodidad que sentía sabía que, haciendo esto, aprendería una gran lección. Una lección que me mostraría algo nuevo de mí.

Me puse a observar mis pensamientos y comportamientos mientras pensaba en lo tedioso que era haber asumido esta misión. Utilizando mis propias herramientas de coaching, descubrí los siguientes síntomas:

1) Estaba preparándome para fracasar:

En lugar de pensar que encontraría los mejores regalos, estaba pensando en que no los encontraría. En mi mente estaba programándome para no encontrar lo mejor.

2) No estaba creyendo en mi magia:

Estaba proyectando mis limitaciones y experiencias del pasado, esas que me insinuaban que todo sería igual o peor. No estaba creyendo en mis capacidades y poder.

3) Estaba viendo la oportunidad como un castigo:

No estaba viendo esta oportunidad como una lección. La estaba viendo como un castigo, en modo víctima de mi condición. Viéndola de esa forma, había olvidado que la razón por la cual fui elegido para comprar estos regalos fue por ser su mejor amigo.

Esos son tan solo algunos de los síntomas que nos impiden crecer. Los adoptamos de nuestro pasado, de la sociedad, de las creencias colectivas y de nuestros miedos y ego. Cuando nos sentimos víctimas de nuestras vidas, cuando no creemos en nosotros, cuando no creemos en las posibilidades que tenemos para ser felices, cuando no vemos la salida, cuando no vemos la lección... bloqueamos las nuevas posibilidades de bienestar.

Hoy, las razones por las cuales pude salir de ese círculo vicioso y encontrar los mejores regalos para mi amiga (¡en menos de 1 hora!) son: mis prácticas de coaching y mi programa digital.

No estamos exentos de hacer las cosas mal, pero siempre podemos aprender a hacer que la experiencia sea mejor.

Si tú también estás experimentando alguno de estos síntomas, mi invitación es a que descubras que es posible hacerlo diferente. Te tocará viajar al interior de ti y descubrirlo, pero valdrá todo tu esfuerzo.

¿Quieres explorar conmigo tu mundo interior? Así es como te puedo ayudar:

Por tu magia,

Randy

¡Lee mi libro!

y recibe una conferencia GRATIS


¡ Disponible YA a nivel mundial!


SESIONES PRIVADAS
Comienza
a conectar con la magia que tienes en ti
Más inspiración para ti.
Continúa leyendo...
bottom of page