Cosas que aprendí al enfrentarme con la muerte
Hace unas semanas me enfrenté con la terrible noticia de que falleció una amiga muy especial. Aunque desde que la conocí he tenido una gran idea de lo mucho que la quiero, creo que no había caído en cuenta de lo grande y especial que había sido para mi vida. Hasta que la tristeza y la realidad de que no podré volver a escuchar su dulce y melodiosa voz, ni abrazarla y sentir sus abrazos, ni volver a ver sus corazoncitos con “Me gusta”, aterrizó en mi mente. Algunas veces una persona muere y es como una persona más que ha fallecido, pero ella no. Mi amiga Stela, llena de sueños e ilusiones, fue esa amiga que me hubiera encantado poder tener más cerca, siempre. La última vez que nos vimos fue en París, hace casi cuatro años. En ese momento ella acababa de mudarse a Europa y yo estaba considerando hacer la transición de mi carrera de ingeniería hacia el coaching. Stela fue una de las primeras personas en entusiasmarme. Todavía se me arruga el corazón al recordarla preocupada por mis preocupaciones de esa noche en París. Recuerdo que me dio un abrazo al despedirse, me miró fijamente con sus hermosos ojos claros y me dijo: “Todo va a salir bien, mi Randy”. Desafortunadamente, mi amiga dejó de vivir sin siquiera haberlo deseado. Su vida se apagó y, con ella, un pedazo de la mía. Mi Stelita partió con todas sus ilusiones y sueños, incluso con su lista de cosas por hacer y cumplir. Esto me ha hecho cuestionar muchas cosas de mi vida, en especial lo efímero de cada situación y momento, y lo valioso que es el tiempo que tenemos mientras estamos con vida. No es casualidad que desde hace varios meses he estado leyendo mucho sobre la muerte, un tema que es bastante tabú en nuestra sociedad. De cierta forma, considerar la muerte me ha hecho valorar mucho más mi vida. Me ha hecho tomar más riesgos, y me ha permitido aceptar mucho más cada parte de mí. Saber que la muerte es una posibilidad que puede ocurrir en cualquier momento me ha hecho frenar mi necesidad de control, y me ha hecho tomarme las cosas con una perspectiva mucho más calmada y relajada. Aprender sobre la muerte me ha ayudado a moverme más rápido, a buscar ayuda para avanzar mejor en mis propósitos, a cumplir mis sueños sin procrastinar tanto. Sobre todo, a pensar menos y a hacer más de lo que me hace feliz, sin dudarlo ni limitarme tan seguido. No siempre es evidente, pero he buscado toda la ayuda posible para expandir mis horizontes y cumplir con lo que me hace feliz. Muchas veces me he confrontando ante la idea de morir, y me he preguntado: "¿Qué pasará cuando yo muera?" Me pregunto si estaré satisfecho con lo que he hecho y he vivido, si habré dejado este planeta siendo esa persona feliz con la que tanto soñé mientras crecía. Aunque tengo pensado seguir viviendo y creciendo muchos años más, hoy siento que la respuesta a esa pregunta es sí. He hecho lo que he podido. Hace unos años dejé mi carrera de ingeniería de un lado para dedicarme a construir la vida de mis anhelos. He trabajado por mis sueños y por los sueños de las estrellas más fabulosas de mi comunidad. He creado una comunidad. He dejado de ser como el mundo pide que tenemos que ser, he dejado de alimentar el drama que eso acarrea, y más. No siempre ha sido fácil, pero así como muchas personas se han acostumbrado a la carencia, las limitaciones y el sufrimiento, yo me he acostumbrado a lo bueno, a lo agradable y a lo que me hace bien. Al final, he trabajado bastante para eso. He ofrecido ayuda. He cambiado vidas. Le he dado al mundo lo mejor que he podido. Hasta he escrito un libro. He hecho lo que he podido. El resto, no depende de mí. Mientras sigo aquí, recibiendo la visita inesperada de este duelo, quiero que estas palabras te inspiren a ti a considerar lo finito de tu vida. De seguro tienes sueños, intenciones, asuntos, y hasta conflictos que tienes pendientes. Bien, no les sigas dando más largas. En mi caso, el enfrentarme con esta inesperada transición de Stela me ha ayudado a aferrarme mucho más a lo que quiero, y a despegarme de lo que no. Ahora, me gusta creer que soy mucho más selectivo a la hora de actuar, e incluso a la hora de procrastinar. Desde lo que hago con mi tiempo, trabajo y dinero, hasta lo que hago con mi cuerpo, mis sentidos, y con mi vida personal. Al final, no sé cuánto tiempo de vida me quedará en este planeta, pero sí sé que quiero hacer de él el mejor tiempo posible. No sé si cuando mi cuerpo se apague yo habré logrado todo lo que he querido, pero sí sé que estos últimos años me he llevado a sentirme como he querido sentirme. Quiero seguirme despertando por las mañanas teniendo la convicción de que lo estoy haciendo bien, de que he hecho exclusivamente lo mejor que he podido. Te paso mi intención a ti, en caso de que quieras adoptarla. Tu vida está sucediendo ahora. Tu momento para actuar a favor de ti es única y exclusivamente ahora. No dejes para mañana lo que sabes que necesitas hacer hoy. Hónrate y honra tu vida ahora. No seas de los que honrará la vida de alguien especial cuando muera, porque tal vez quien muera antes puedes ser tú. Regala "Me gusta" en las redes sociales.
Envía mensajes de "Feliz cumpleaños". Apoya a los que estamos emprendiendo. Perdona y libérate del veneno de tu rencor.
Ayúdate y ayuda a quienes quieres ayudar. Pero sobre todo, escucha ––y obedece–– la voz de tu corazón. En honor a mi querida Stela Domador. ❤️ Y por tu magia,
Randy
P.D. Hay una colecta abierta para la despedida física de mi amiga Stela. Si deseas contribuir con su familia, puedes hacerlo aquí. ¡Muchísimas gracias!
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