Caerse y levantarse: ¿Por qué es tan importante que vuelvas a comenzar?

Piensa en esas veces cuando aprendiste a manejar bicicleta, conducir un auto o practicar algún deporte. Primero, aprendiste las nociones de base; luego, todo fue cuestión de práctica ––y más práctica–– hasta que aumentaste tu confianza en ti y mejoraste tu habilidad. ¿Lo recuerdas?

Si tuvimos que volver a comenzar tantas veces para aprender lo que hoy sabemos, no es justo que ahora, siendo adultos, pretendamos obtener solo resultados buenos, lineales e inmediatos.

Caernos, equivocarnos y levantarnos forman parte de aprender y crecer.

No te puedo decir cuántas veces me he equivocado, ni cuántas decisiones habría preferido no tomar, pero sí te puedo decir que si ya es sumamente duro caernos y equivocarnos, no necesitamos hacerlo más duro prohibiéndonos las caídas, ni juzgándonos y castigándonos por caer.

Para lograr tener éxito en nuestros andares es necesario acompañarnos durante todo el proceso. Eso incluye las experiencias altas y bajas del camino pues, lo queramos o no, siempre existirán.

Lo contrario del éxito no es el fracaso, es evitar caernos, rendirnos y dejar de intentarlo.

En el caso de los niños, a ellos les encanta hacer actividades repetitivas. Les gusta leer (o que les lean) de nuevo un libro, volver a ver una película, montarse nuevamente en una atracción, y hasta visitar de nuevo un mismo sitio. ¿La razón? Ven el mundo desde una posición de inocencia y aprendizaje, saben que están aprendiendo a crecer.

Aprender toma tiempo, y ese tiempo se acelera cuando mantenemos una buena relación con nosotros mismos y una buena actitud ante nuestro propio proceso de aprendizaje.

En mi caso, el éxito que han tenido las personas que acuden a mis servicios privados de coaching es gracias a la base sólida que les he ayudado a fomentar en su interior. Esa base sólida contiene compasión, fortaleza y una buena actitud ante las caídas y los obstáculos que nos presenta la vida, entre otros ingredientes.

Habiendo visto a tantas personas triunfar ––y de los momentos en que me he sentido triunfador––, hoy puedo decirte esto:

Es preferible crecer habiéndolo intentado, que no intentarlo y vivir estancados.

Si hay algo más difícil que comenzar algo es volver a comenzar después de haberlo parado, pero allí es donde está el crecimiento.