top of page

¿Cómo lidiar con las personas que critican?



Se me ocurrió escribir esto porque sé que muchos de ustedes que me leen desean lidiar mejor con las críticas.

Bien sea las críticas que les hacen, las que se hacen a sí mismos, o las que están haciendo constantemente en su mente sobre algo que sucedió o no sucederá, las críticas tienen solución.

Pero, ¿cómo lidiar con las personas que critican?

Primero que nada, es necesario considerar que cuando una persona critica (por más pequeña o grande que sea su crítica) es porque ya ha tenido millones de pensamientos en su cabeza, criticándose a sí misma.

Luego (y esta parte es más difícil de asimilar), el hecho de que esta persona ejerza una critica no quiere decir que su mensaje sea real. Es solo una opinión que está teniendo en ese momento con el grado de información e integridad que posee al instante de expresarla.

Por cierto, nuestra integridad es bastante baja cuando estamos criticando.

No es sorpresa para mí entonces que alguien que critica constantemente es alguien con autoestima bastante bajo. Su autoestima está bajo porque su crítica es elevada; y para darle de comer al autoestima es vital poner a dieta las críticas.

Ahora bien, llega un punto en donde este patrón es "normal" en la sociedad. No busco aquí criticar a quienes critican, sino honrar su proceso. Yo honro su proceso porque sé que alguna vez también fui así y algunas veces lo vuelvo a ser.

¿Cómo interactúo yo con las críticas?

Las que vienen de mí, afortunadamente hoy sé canalizarlas y controlarlas. He pasado procesos curándome de esto, así que hoy comprendo de dónde viene y para qué existe esa parte vital de mí.

Ahora, ¿cómo hago con las críticas que vienen de los demás?

Con el tiempo he aprendido a reconocer que alguien que critica algo sobre mí (mi forma de ser, mi forma de trabajar, o mi forma de lo que sea) no es alguien que contribuye a mi magia -- por lo tanto no es alguien que deseo tener aquí cerca en mi vida. Ni por mi bien, ni por el bien de su propio crítico.

Creo que si tengo a dieta a mi crítico, no es sano ni justo que le dé de comer al crítico de alguien más, así que es mejor guardar cierta distancia.

Ahí es cuando pienso que con mi crítico interno ya es suficiente. Y me ofrezco radicalmente el regalo de no atender a quienes critican, porque le quitaría tiempo e importancia a quienes saben valorar y apreciar. Ahí es cuando honro mi proceso, honro el de la persona, la libero, la bloqueo si es necesario, y la dejo ir.

A fin de cuentas, cuando necesito la opinión justa y sincera de alguien más, sé exactamente en dónde encontrarle.

La crítica es una epidemia. No podemos controlar a quienes nos critican, pero sí podemos curarnos de ellos, y de nuestro crítico interior.


SESIONES PRIVADAS
Comienza
a conectar con la magia que tienes en ti
Más inspiración para ti.
Continúa leyendo...
bottom of page