Cómo dejar que la magia te sorprenda

Oficialmente —luego de tres semanas— comenzó mi nuevo año.

(En caso de que no te lo haya deseado antes, hoy quiero desearte una grandioso año 2017).

Hace algunos días, luego de haberme despedido de mi familia, entré al aeropuerto para realizar el check-in.

La fila era larga y, aunque me ofrecieron la posibilidad de pagar por un servicio para acortar la espera, una voz en mi interior me insinuó que era mejor esperar.

Pasé cuarenta minutos entre viviendo el presente y desplanzando el dedo por la pantalla de mi móvil, hasta que llegué a la taquilla de registro.

Entregué mi pasaporte y le comenté al agente que el sistema de la aerolínea no me dejaba registrarme en el vuelo, y eso desde el día anterior. Él, luego de revisar mis datos, con un tono bastante tranquilo —y que me confundió al escucharlo—, me respondió:

"Sí, usted va a perder su vuelo a París porque el vuelo de conexión ha sido anulado".

"Vaya y haga la fila de al lado, que allí podrán atender su caso", continuó.

Pasó aproximadamente una hora antes de que me atendieran en esa otra fila. Durante esa hora sucedió un poco de todo:

Viajé con mi mente al pasado, toqué la ansiedad de no saber el futuro, y volví cantidad de veces al instante presente.

Recordé la vez que había perdido mi vuelo en Roma y terminé pasando más de treinta horas viajando...

Recordé que había pagado un extra de dinero para, precisamente, no hacer escalas en el viaje.

Recordé que no es sano luchar contra la corriente de la realidad...Recordé que no existen vuelos directos entre Orlando y París.

Dejé de pensar que había sido en vano haber pagado demás por el boleto...

Recordé cómo me quiero sentir este año, y qué fue lo que diseñé para lograrlo con conciencia en cada momento .

Afortunadamente (en este caso, "afortunadamente" es el término que le doy al producto de un contínuo trabajo interior), uno de mis deseos más importantes para este 2017 consiste en sentirme en paz.

Al explorar mis #DeseosConMagia para esta nueva fase de mi vida, descubrí que la solución para mí en situaciones similares a estas (¡no en todas!) es buscar vías lógicas y conscientes para sentirme en paz.

Así lo hice. Busqué estar en paz lo más que pude en esos momentos; y lo conseguí.

Lo que sucedió a continuación fue magia:

Me consiguieron la solución para llegar a París el mismo día, y casi a la misma hora en la que estaba previsto mi vuelo inicial.

¿Mejor aún? Terminé haciendo el vuelo de escala ¡en primera clase!

(Fue doblemente magia, porque viajar en primera clase me generó otros de los deseos que resultaron importantes en mi exploración personal —esa que realicé al hacer mi propio programa digital— para este año).

Aprendí que es bueno dejar que la magia haga sus cosas mientras que yo me encargo de elevar la calidad de mis pensamientos y de mantener en armonía mi campo energético.

Vamos a elevar la calidad de nuestros pensamientos

para así dejar que la magia nos sorprenda

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Entré de primero al avión, dormí como un bebé, el bebé de al lado durmió durante todo el vuelo, mis maletas llegaron a tiempo, pasé bastante rápido la parte de inmigración, el taxista que me llevó del aeropuerto fue genial, encontré mi casa impecable y llegué sin ningún otro contratiempo... Todo consecuencia de haberme mantenido conscientemente sintiéndome en paz.

(¿Te imaginas lo que hubiera sucedido si me hubiese comportado de otra forma?)

Al final, todos estamos destinados a vivir bien cuando actuamos con conciencia y determinación a favor de lo que deseamos sentir.

Te pregunto: ¿Cómo te quieres sentir este año? ¿Ya lo sabes realmente? Quiero que lo sepas y que lo tengas bastante claro, ¡porque el 2017 nos seguirá poniendo a prueba!

Si reconoces que hay alguna situación (o personas, o hábitos, o comportamientos tuyos) que te está impidiendo sentirte como mereces, toma acción.

Actúa con conciencia y busca ¡por todos los medios! elevarla.

Te garantizo que es posible.

Por tu magia,