Eres responsable de lo que sucede (o no) en tu vida

Hace algunos meses emprendí la aventura de buscar a un par de personas para que me apoyaran con mi marca. Publicar en las redes sociales es algo que consume bastante de mi tiempo, así que tenía pensado delegar esa y otras actividades con el fin de dedicarme a escribir, crear más y servir mejor a mis clientes. Luego de definir mis necesidades, publicar anuncios y conversar con algunos conocidos, encontré a un par de personas que parecían comprometidas y responsables. Pero no fue así. Después de haberse comprometido a hacer la actividad, ambas quedaron bastante mal. Hace unos días me volvió a suceder lo mismo. Esta vez, con la persona que se encargaría de organizar mis eventos en Miami y en Orlando. En esta época de relaciones a distancia, de entregas express de excusas –y con el anonimato protector que nos ofrece Internet–, ser responsables es todo un arte. Es también muy fácil echarle la culpa a otros (al clima, al gobierno, a las malas influencias, y a nuestro ADN); pero eso no es ser cien por ciento responsables. La responsabilidad es una cualidad que necesitamos ejercitar a diario si queremos vivir una vida de calidad. Lo mismo aplica con la integridad y los demás valores humanos que tenemos. No todo el mundo es responsable, pero quien es responsable vive bien y mejor.

No todo el mundo es responsable

pero quien lo es ¡vive bien y mejor!

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En mi caso, esos eventos sucedieron para comprometerme aún más con mi sentido de responsabilidad. También, para valorar más a las personas responsables con quienes comparto hoy mi vida y mi marca. ¿Sabes? No iba a quedarme atrapado, ni a ceder mis sueños ante la irresponsabilidad de los demás. (Eso habría sido realmente irresponsable de mi parte, ¿cierto?). Cuando te descubras creyendo que alguien está siendo el culpable de lo que está sucediendo (o no) en tu vida, quiero que vuelvas a pensarlo con mucha más responsabilidad. Puede que alguien sea algo culpable, pero considera que es porque en algún punto le has estado cediendo tu poder (el único e inigualable poder que tienes tú sobre tus acciones y tu vida). Tú puedes ser responsable de lo que pase o deje de pasar en tu vida. ¡Te pido que tomes las riendas!